El fin de mi mundo en tres esferas

...01 y final

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Primera esfera: el mundo de Iezirah

Laberintos teatrales

Acababan de salir del teatro Justo Rufino Garay, al ladito del parquecito las Palmas. Me comentas que la obra es como si tu vida hubiera sido puesta en escena… jaja, yo me río con cierto deje burlón

-No creo que lo sepas todo de mí, aunque lo sabes casi todo-

-¿qué es casi todo según vos?-

-Bue… bueno no lo sé, lo esencial supongo-

Callaron. Ella quería excitarse, excitándolo, pero él evade la mirada directa. De reojo le mira el trasero y le calcula la curvatura del culo, ella repentinamente cambia de ángulo y le presenta un enfoque más provocador, lo pilla arqueando una ceja, él rehúye nuevamente, entonces ella hace un giro y echa a andar

Cada vez que me acerco, algo de ti se aleja
–me dijo Damián- mascullando las palabras

-ésta es la manera como yo vivo -le dije-

-estoy bien lejos de conocer los senderos de la mente-

Pienso. . .

en un cuerpo. . . lejos . . .

que siento. . . . . . cerca…

. . .el derrotero hacia vacías tinieblas o hacia desconocidas fuerzas indeclinables. así en el corazón sefirótico se establece la era de Nefesh

Laberintos helicoidales, círculos y semicírculos en dimensiones paradigmáticas. Por momentos todo me da vueltas. me siento como si esto hubiese iniciado como una suerte de descubrimientos internos y que inicia acá, desde un punto íntimo, pero que ni yo sé los procesos envolventes y resolventes, ni se cuales son las reflexiones del caso y tampoco sé si son tan irrelevantes.

- Que ironía mi silencio es mi agonía, que estruendo siento dentro, mientras transito en este trance-

-Cuando me tocas me sacas del letargo- (¿ríes?) con cierto sigilo cómplice…
- tu risa me erotiza, sobre todo si es esa risa vaga
- la ironía de soñar divaga en el desencanto y lo mejor es terminar con una sonrisa.

La luz existe detrás de tanta oscuridad huidiza… -busquemos-
debe existir un oasis de luz, un camino a las estrellas o algún pasadizo secreto.

Existe en un lugar en un tiempo en algún espacio lo que deseamos...

una mujer y un hombre que nada saben de sí… entre el humo, los trolebuses, las alamedas y los velos de las cortinas / una mujer
hambrienta de lucha, su voz suena irreal, sintética, digital, incendiaria

ella dice: - por él estoy perdiendolo todo -

y en el fondo aparece un hombre cuya filosa espada reposa adormecida entre leyendas

él dice: -prefiero amar... - y acto seguido desaparece

A veces despierto bien entrada la madrugada, los recuerdos vienen: la palabra Congénesis suena y siento acercarme a vos con los pies helados y mis manos trémulas. Herida por la explosión de lo impalpable

Te siento llegar y un sabor a licor aparece en la garganta. Todo se torna real dentro de un sueño profundo, donde las miradas rotas de los ojos amados
se ven en el amargo sabor a cama vacía, a ciudad desierta, a soledad, a explosión de obuses, a vapor de pavimento, a laberintos y a túneles mágicos que aún alcanzo a materializar, exprimiéndolos de mi imaginación para no recaer como una desquiciada o como una simple transparencia de un alma cobarde

El final de una era, guerra de antifaces, fases de presagios. la diosa noche y su clarividencia lunar. la caída del arcangel y la elevación del hombre que se deshace del yugo de la iglesia.

la palabra sagrada con todos sus efectos deletereos, el temor de nuestros labios de pronunciar el nombre, he aquí un límite que cruje imperceptiblemente o quizás nada más sea el silencio de los ángeles en una Babel tan alta que por los ventanales sólo asoman sus alas con olor a lenguas de fuego, a vida nueva o a muerte.

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