Emociones que invaden nuestro corazón, alegrías por los afectos que tenemos y a los cuales volvemos a encontrar en medio de una noche mágica llena de abrazos interminables, besos, saludos, risas, una mesa donde los sentimientos la fe y la esperanza cristiana son el plato principal. Añoranza de los afectos no olvidados, solo esperando el reencuentro de una llamada, un mail una carta, una tarjeta que nos haga confirmar los lazos afectivos con la fuerza del corazón.
Alboroto de niños llenado las calles de excitación en medio de correteos, gritos, juegos, charlas que tienen un solo tema: “ yo le pedí a los reyes tal o cual cosa…..”y ojitos brillosos esperando que llegue el 6 de enero para recibir sus regalos.
Para muchos es noche de recuerdos de quienes ya no están, esa abuela que nos hacia sus turrones caseros, esos padres que se fueron dejándonos todo un mundo de amor para transitar, ese amigo que sabía entendernos y compartía con nosotros nuestro mundo. Seres queridos que pasaron por nuestra vida y que seguramente esta noche nos acompañan desde alguna estrella y esperan una sonrisa elevada al cielo en su nombre.
Noche de FIN DE AÑO, símbolo de transformación, de cambio, de un fin y un principio, símbolo de tristeza y alegría, de paz y amor, pero también noche para compartir, para perdonar, para confirmar lazos afectivos, para llenarnos de esperanzas de un mundo mejor.
Solo por hoy te propongo, cuando el estruendo de la pirotecnia, las sirenas de la cuidad, los saludos de Feliz AÑO NUEVO te avisen que ha llegado el final del año, el cierre de un ciclo para abrir otro, mira al cielo…busca la estrella más grande, allí será nuestro punto de reunión junto a todos los Maestros sin fronteras para unirnos en un solo deseo: “Paz y Amor para este mundo”.
Tú también estas invitada (o). Te espero o mejor dicho junto a los que lleguen te esperamos!!! Un saludo con un abrazo fuerte y besos llenos de cariño.
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