Unas letras que no hubiera querido escribir

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Un mal día y una buena noche desperté sacudida por un estremecimiento. un temblor cuya oscura mordida brotaba desde lo mas profundo de mi piel y se esparcía por lo blanco y el rosa, lo mas puro de mi carne y de mis huesos, parecía una esfinge. Desperté y me puse a escribir

Edipo ciego finge, con el orto horadado por las justificaciones de fo(n)do. juegos en la orfandad de la noche. T.coolio... tiene una fuerza brillante que desarma en un instante de relámpago al impostor que camufla sus intenciones con dorado color.

un buen día le dije: tú jugarás conmigo en una mala noche. si te me das gota a gota, gozo a gozo, yo dejo que venga sin tiempo el rayo que ha de herirme, ven a iluminarme, te bendiciré bajo la noche vencida. abierta mi oscuridad a la vertiente que me tienta, al gozo de gozarte y de gozarme, entonces pregonaré sin ambages que TE AMO y que en tu amor encuentro todas mis delicias

Un viaje en ciernes, hoy al mirar el calendario me he dado cuenta de que ya no quedan hojas pegadas en él, me restan pocos días y quiero aprovecharlos...

mis ojos abiertos al oscuro infinito. mi mano sobre el silencio duro de mi tupida selva. mis labios en floración tumultuosa abriéndose a la vida. afinidad o simplemente afinar el sentimiento. llueven lágrimas, una canción muda me guía al centro del paraíso, mi paraíso sobre la conciencia estelar del universo… deseando llegar a él, junto al fuego de su sangre agolpada en mis versos.

premoniciones rojo púrpura. retroalimentación, plenitud. fusión. tocarme y poder tocarle sin que mis manos se hundan en los pliegues del silencio. juguetes, fantasías, juegos, visiones… la muerte en los labios se muere de placer.

ahora tengo que irme amor mío, pero volveré sin duda y podré verme contigo pronto... y renacer. no espero de ti mas que tu comprensión diligente. Así como he sentido tu sensación ardiente.. esa que me deja loca, que me hace sentir mi mundo en todos los mundos.

Tú me envuelves con tu boca y todo se vuelve como una ruleta rusa, uno de los dos se siente morir… porque abrimos ese camino hace tanto tiempo, de amarnos en libertad y sin excusas. Así gozamos de las arenas de la playa, del mar y su color, tú pintabas sobre el lienzo mi cuerpo en todas sus variantes mientras yo me bañaba de sol salpicada por las olas subintrantes.

Eso lo recuerdo muy bien porque a veces en las mañanas hacía frío y tú con tus manos me dabas calor, ¡ey! me calentabas tanto que me olvidaba del astro rey, ahora que hago alusión a eso me acaricia una suave brisa, me acuerdo de tu sonrisa, de tus ojos, y de tu piel y lo tibia que eran mis mañanas así... como eran mis días y las semanas allí con todo tu buen humor y como me valía del frió (jeje) para que me hicieras el amor...

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